Origen

En el origen se halla la perfeccion

Esguevillas de Esgueva, un pequeño pueblo al este de Valladolid, perteneciente a la comarca de Páramos del Esgueva, vio nacer hace ya muchos años y, de la mano de sabios maestros queseros, un queso único, perfecto, cuya receta ha llegado intacta hasta nuestros días… Cinco generaciones de maestros queseros dedican desde siempre su saber hacer a un queso de sabor único, elaborado con leche cruda de oveja, fiel a sus orígenes naturales y a la altura de una obra maestra de la artesanía.

La leyenda de aquel queso único había traspasado los páramos del Esgueva y llegó a oídos de un empresario quesero, el Sr. Massanes. Un hombre emprendedor que no dudó en viajar hasta Esguevillas de Esgueva para conocer aquel secreto.

Ovejas
Flor de Esgueva

Tiempo después la pequeña quesería nacida en Esguevillas de Esgueva se trasladó a la vecina Peñafiel, corazón de la Ribera del Duero y verdadera encrucijada de caminos y culturas.

Desde entonces en Peñafiel casi nada ha cambiado. Excepto que ahora, es Lactalis, la empresa quesera con más denominaciones de origen de todo el mundo, la que desde allí, elabora Flor de Esgueva como siempre se ha hecho, respetando la misma receta ancestral.

Fiel a su Ritual de elaboración artesanal, en las diferentes etapas de maduración los maestros queseros cepillan los quesos, les dan un ligero baño de aceite y los voltean a mano, uno a uno, hasta que cada pieza alcanza su momento óptimo de curación.

Flor de esgueva,
el placer del auténtico queso de leche de oveja.

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